martes, 28 de abril de 2015

“Phosphor”, n. 4 (2)

Llama un tanto la atención en Phosphor la discordancia entre la parte principal de la revista, que comentamos el otro día, y el capítulo de reseñas, no tanto por el tratamiento de las obras elegidas como por la índole de estas. En general son obras académicas de no mucho interés, y no digamos si comparadas a las novedades propiamente surrealistas que son luego muy someramente descritas. Cuánto más sentido tendría, a mi juicio, detenerse más en estas y menos en las otras.
La traducción inglesa del libro de Román Gubern y Paul Hammond sobre los años comunistas de Luis Buñuel merece un largo artículo de Michael Richardson, poco convincente en su intención de discutir la “obsesión con el estalinismo” que caracteriza a dicho libro. Un libro, además, de grosor excesivo, aunque no tan absurdo como el aún más enorme que un catedrático de Tenerife dedicó a los años americanos de Buñuel, o sea a una época en que no filmó ni una película. Resurge aquí la vieja cuestión de las complacencias que se han tenido y siguen teniendo con los surrealistas estalinistas tipo Scutenaire, Nougé o Chavée –o, en este caso, el Buñuel de un par de décadas. Una noción elemental del surrealismo es la libertad, y considerar que “aquellos de nosotros que vivimos en tiempos que no nos fuerzan a hacer de la vida y la muerte elecciones morales, solo tenemos un limitado derecho a juzgar a aquellos que se vieron enfrentados a tales dilemas”, resulta capcioso, ya que eso solo sería justificable si todos se hubieran engañado en sus elecciones, cosa que evidentemente no ocurrió. Los Buñuel, Nougé y compañía fueron cómplices de un régimen que era la negación absoluta de la libertad, quizás de una manera más grave de lo que lo fue, dado su carácter folklórico, un Ávida Dollars con el régimen franquista. Sobre Buñuel, en relación con las disquisiciones de Michael Richardson, merecería considerarse este trío de citas: la de Breton en 1938 lamentando su “sumisión a las órdenes de un partido”; la de Buñuel en 1954 diciendo que “la vida se ha encargado de superar el surrealismo” y sus “errores”; y otra de Buñuel, ya a fines de los años 60, a Max Aub: “Cada vez soy más anarquista”.
Menos interés ofrecen Prague, capital of the twentieh century: a surrealist history, de Derek Sayer, entre otras cosas porque ni siquiera continúa la historia del surrealismo checo y eslovaco hasta el final del siglo (Svankmajer ni es nombrado); Anomie/Bonhomie & other writings, de Howard Slater, cuya reseña más bien desaconseja la lectura; una nueva monografía sobre David Gascoyne, esa “perfecta nulidad” de que habló Simon Watson-Taylor, y que ya tiene de sobra con la monografía que le dedicó Michel Remy en 1984; la traducción de la Encuesta sobre los lugares del ex surrealista Petr Kral, aunque en este caso se arguye la cercanía temática con el tema de este número de Phosphor; y un tocho de Raihan Kadri consagrado a demostrar –imagínense– que el principal progenitor intelectual del surrealismo no fue Freud ni Hegel, sino Nietzsche.
Con todo, una reseña del fantástico libro sobre Anthony Earnshaw y otra sobre la traducción de La proie s’ombre de Luca nos sitúan en pleno corazón del surrealismo.
De la lista de recientes publicaciones surrealistas, retenemos algunas de los que no teníamos noticia, lo que nos deja pensando en lo poco merecidos que son los elogios que a veces se nos han dado, en cuanto a la riqueza de nuestra información del surrealismo actual:
De Slag, Baron Satan lives a life of a fear, Caterhaugh: a surrealist journal of shapeshifting (editado por Paul Cowdell) y el n. 1 de Black Lightning.
Del London Surrealist Action Group, The overflowing milkmaid with curved Feet, asequible vía lulu, donde incluso se le puede echar una ojeada.
Del Grupo Surrealista del Río de la Plata, el n. 2 del boletín Dazet (que toma su feliz título del nombre del condiscípulo de Isidore Ducasse).
De Juan Carlos Otaño, Ludión antiguo, colección de ensayos.
De John Richardson y John Welson, Alice, the looking glass threw, proyecto basado en 21 collages-pinturas de ambos, en que una serie de invitados respondieron con textos e imágenes. Esta obra la comentaremos próximamente.