lunes, 28 de mayo de 2012

Aquí y ahora


Volvemos hoy al catálogo de la colección Sherwin, A collector’s eye. British surrealism in context. Se trata, hechas las salvedades señaladas, de un muy bello libro, con preciosas ilustraciones y a fin de cuentas centrado en el surrealismo, que domina sobre otras corrientes. El estudio de Michel Remy, como de costumbre, es óptimo. A él debemos tener una visión clara y rica del surrealismo británico, no ceñida a los años 30 y 40. Su trabajo de ahora, tras una introducción de carácter general, se centra en las obras surrealistas del catálogo, y contiene en el último apartado, “Here and now”, una reflexión sobre la vigencia del surrealismo:
“The great interest of the Leeds exhibition resides in the irrefutable evidence it provides for the continuation of the surrealist proposition. The presence of contemporary surrealists, one might say of the fourth generation, gives it a singularly atemporal quality. Indeed, is there a single young contemporary vorticist, or cubist, or post-impressionist? This apparently absurd question says it all about the permanent validity of the surrealist spirit, founded on an ever-renewed, ever-self-challenging, theory-diffident approach, rooted in the essence of man and never losing sight of its ontological status. Every surrealist work protest and refuses reduction, explanation, interpretation and self-satisfactions, leaving it to the individual to decide, however temporarily”.
Michel Remy habla en seguida de Desmond Morris, John Welson, Tony Pusey, Oscar Mellor, Anthony Earnshaw, Paul Hammond, Glen Baxter y Patrick Hughes, hasta llegar a la revista Phosphor, que el grupo surrealista de Leeds publica actualmente.
Luego están las “confesiones” del propio Jeffrey Sherwin, coleccionista empedernido de las obras surrealistas, incluso en una etapa en que este movimiento ya no estaba en el candelero de las llamadas “vanguardias artísticas”. Arriba lo vemos en su casa, hace cuatro años, soplando un instrumento bizarro. No aparece en la siguiente foto, porque seguramente la sacó él, pero sí que están tres de los gigantes de la aventura surrealista en Inglaterra –Conroy Maddox, Desmond Morris y Georges Melly–, lo que muestra las buenas, incomparables amistades que ha tenido, y que tanto lo honran: